Hace ya un tiempo publiqué este vídeo. El motivo fueron las redes sociales. Había abierto una cuenta en Instagram y desde mi ignorancia y poca pericia no veía muy claro la utilidad de la misma. Al cabo del tiempo de usarla y subir fotos “ideales” me empezó a entrar una especie de pudor con lo que tenía en mi cuenta y una idea empezó a merodear por mi mente: tengo que dejar claro, ¡por si acaso!, que mi vida no es perfecta. De ahí vino la idea de hacer el vídeo.
Vídeo que, por otro lado, al subirlo a las redes en cuestión, se cortó al minuto y medio, dejando sin posibilidad de visualizar la totalidad el mismo, su final. Ese es uno los motivos por lo que lo vuelvo a mostrar una vez que lo he subido a YouTube.
Otro de los motivos por lo que lo vuelvo a compartir es la cantidad de comentarios de apoyo que suscitó, ya que, sin ver el final, muchas personas consideraron que me encontraba bajo anímicamente, idea que no contradigo, y me escribieron con generosidad y prontitud. Generosidad y amistad que quiero agradecerles desde aquí con todo mi corazón. De todas ellas, uno me llamó la atención, y es el que voy a reproducir. Me lo mandó Arantza Alcibar, un alma libre, una diosa, que conozco hace unos años, que hace tiempo trabajo con ella y que, sobre todo, hace tiempo aprendo de ella. Arantza me ha dado permiso… también su cariño… aquí tenéis lo que me escribió. Espero que lo disfrutéis como yo disfruto de ella.
Hola Roge, he visto en Facebook el vídeo que has colgado. Querido primo, amigo y maestro… creo que sí que tu vida es perfecta porque es la que te permite estar aquí, ahora y avanzar. Sin embargo, creo que tenemos la idea de perfección como falta de dificultades. Atendiendo a esta premisa, por supuesto incumplida en nuestras vidas, podemos sentirnos incompletos, frustrados, desilusionados, deprimidos e incluso enfermos. Poniendo en práctica lo que hemos ido aprendiendo por el camino (¡tú estás a galaxias de mí!!!), aun así, me parece que, en la primera o segunda lección del libro de la vida, ponía que las dificultades son nuestras oportunidades de aprendizaje.
Te he sentido triste, especialmente vulnerable…. Quizá sólo sea el atrevimiento de la ignorancia, o la emisión de un juicio egoico, lo que me llevan a decírtelo.
Me encanta tu generosidad al plantarte delante de una cámara y desnudarte como lo haces.
Disfruta de los amaneceres, de las comidas en buena compañía, de tus idas y venidas y de cada oportunidad que la vida te conceda. Personalmente, te diré que disfruto de esos amaneceres que compartes y que, a mí, por ahora y desde hace ya demasiados años, me son imposibles de vivir saboreándolos en un paseo que los acompañe. Por favor, no dejes de compartirlos y, cuando lo hagas, por un mínimo instante, piensa que me lo estás regalando a mí y, seguramente, a muchas personas que no tienen oportunidad de hacerlo.
Te tengo presente, te quiero y te admiro. Un abrazo Roge.
Como veis nuestras vidas no son perfectas, pero es un gusto vivirlas y que son las nuestras. Como me decía un amigo…
Estamos aquí para ser felices… ¡¡¡no te distraigas!!!